Largas tiradas en bici, series de 100m en la piscina, series de 2000m en la pista…seguro que si has preparado un triatlón o estás en ello estos entrenamientos te suenan, y mucho. Entrenar para un triatlón conlleva la dedicación de mucho tiempo semanal, ya que al haber 3 disciplinas, el volumen de entrenamiento es muy alto. Pero hay un tipo de entrenamiento que nos sirve de nexo de unión para las 3 modalidades que forman el triatlón: el entrenamiento de fuerza.

En natación:

La aplicación de entrenamiento de potencia en seco de las musculaturas implicadas en la propulsión conlleva mejoras en la aceleración, mejora la economía de nado (menor consumo de oxígeno a mismas intensidades), mejora la capacidad anaeróbica, retrasa la fatiga y mejora la velocidad máxima.

En ciclismo

Entrenamiento de fuerza con cargas altas con máxima velocidad de ejecución en la fase concéntrica del movimiento (fase de levantar el peso) genera las mayores adaptaciones y mejoras en el rendimiento de esta modalidad (mejora de la economía del ejercicio, mayor potencia en un “sprint” tras 3h de pedaleo submaximal…).

En running

El entrenamiento de fuerza máxima, potencia y pliometría mejora la economía de carrera, igual que en las otras modalidades. Los mecanismos fisiológicos que explican estas mejoras es el retraso durante una prueba de la activación de las fibras menos eficientes (las fibras rápidas), mejorando la eficiencia neural y convirtiendo fibras rápidas en fibras “lentas” más eficientes en deportes de resistencia, del mismo modo mejora el rendimiento musculo tendinoso. En definitiva, tus fibras musculares se harán más eficaces y necesitarás que se recluten menos para realiza la misma fuerza, por lo que se retrasará la aparición de la fatiga en la musculatura.

Entrenar fuerza es fundamental para el rendimiento en triatlón, desde Sanus Vitae te ofrecemos la posibilidad de iniciarte en este tipo de entrenamiento para complementar tu planificación, de una manera programada y progresiva.

Jesús Alarcón