Realizar un calentamiento adecuado previo a la práctica de ejercicio físico o deporte es muy importante para que ésta se realice de manera adecuada y correcta.
El objetivo principal que persigue el calentamiento es preparar al organismo para la actividad posterior. Concretamente, lo que busca el calentamiento es aumentar la temperatura de los músculos, incrementar la movilidad de las articulaciones y prepararlas para impactos, mayor reclutamiento de motoneuronas, acelerar el metabolismo para la obtención de energía y preparar el sistema cardiovascular para el aumento de frecuencia cardíaca y presión arterial, entre otras cosas, que se producen en la parte principal.
Prevenir lesiones es uno de los motivos principales por los que se realiza el calentamiento, ya que lo anteriormente mencionado reducirá la probabilidad de en la actividad posterior sufrir, entre otras cosas, roturas musculares, daños articulares o déficits metabólicos.
El calentamiento previo a una actividad deportiva depende totalmente del tipo de actividad que posteriormente se va a realizar. En el calentamiento deberíamos realizar una primera parte de carrera continua para elevar la frecuencia cardíaca y la temperatura muscular junto con movilidad articular de tobillo, rodillas, cadera, hombros y columna. Esta primera fase debe durar unos 7-8min.
Tras ello debemos realizar una parte estiramientos que deben ser fundamentalmente dinámicos, mejorando así la capacidad elásctica de los músculos y la activación muscular, al menos se debe estirar cada musculatura 10-12seg de manera dinámica.
Avanzando en el calentamiento, debemos incluir una parte de propiocepción con ejercicios que generen inestabilidad para preparar las articulaciones (huesos, ligamentos, tendones, músuclos…) y prevenir lesiones por inestabilidad en la parte principal.
Tras ello, debemos realizar una parte de calentamiento específico en el que realicemos acciones propias del deporte o ejercicio que vamos a hacer después. Por ejemplo, saltos y choques en el aire si jugamos al baloncesto, movilización de psoas (entre otras cosas) si vamos a correr…etc.
En conclusión, para calentar debemos seleccionar bien los ejercicios que estén relacionados con lo que vamos a hacer después, aunque hay una base común que siempre se debería realizar. Preprar al organismo para la actividad posterior es fundamental para que se desarrolle de manera eficaz, segura y adecuada.
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