Cuando vamos a preparar una competición, lo primero que debemos hacer es planificar nuestro proceso de entrenamiento. Comúnmente utilizamos los distintos tipos de planificación que nos aporta la literatura para hacerlo (planificación tradicional, ATR, macrociclos integrados, etc.). Esto está bien, pero no es suficiente. Es más, es muy poco para llevar a cabo el entrenamiento para lograr nuestro reto u objetivo final.
La planificación previa será el punto de partida para empezar con el entrenamiento pero nunca será definitiva. Sería perfecto que esta planificación no se tocara, pero el día a día y los factores tanto internos como externos influyen mucho dentro de nuestro proceso de entrenamiento. Por un lado, debemos tener en cuenta que la carga no es objetiva y que puede afectar al deportista dependiendo de diversos factores como el nivel emocional, el nivel de estado de forma, los enteramientos anteriores, la temperatura, el contexto sociocultural, etc.
Para explicarlo mejor pondré un ejemplo práctico:
Objetivo | Periodo | Entrenamiento | Tener en cuenta |
Maratón | Acumulativo | 2h carrera | Nivel del deportista: nunca ha corrido un maratónÚltimos entrenamientos: no ha podido entrenar porque estaba enfermoSensaciones del deportista: “ya me encuentro mejor, pero ayer dejé los medicamento” |
En nuestra planificación, este día toca 2 horas de carrera. Una tirada larga para él. Si tenemos en cuenta los factores externos, vemos como el entrenamiento no se podrá aplicar. O mejor dicho, se podrá aplicar pero con los resultados que no queremos.Si no modificamos el entrenamiento, corremos el riesgo de que nuestro deportista sufra una sobrecarga, o que no lo termine y le afecte a nivel psicológico.
Si lo modificamos y en vez de ponerle 2 horas le ponemos 1h, sabemos que no lo vamos a sobrecargar, que tendrá efectos de carga después del mal periodo que ha pasado y que estará en buen estado de forma para afrontar los próximos entrenamientos. Sí debemos de pensar cuándo podrá hacer las 2 horas de carrera ya que nos interesa en el proceso de entrenamiento. |
Por tanto, cuando leemos cosas como “plan de entrenamiento para reducir peso” “plan de entrenamiento para correr una 10k a 4’30”/km” “plan de entrenamiento para a acabar un maratón”, debemos ir con mucho cuidado ya que estos planes no están individualizados y no tienen en cuenta la carga interna y los factores externos.
Planificar es adecuar un proceso de entrenamiento de forma que se adapte al día a día para conseguir efectos a largo plazo, respetando las cargas y los descansos y modificándolos según el estado de forma del deportista.
Concluiré el artículo con una metáfora: sabemos los ingredientes y los pasos para realizar un pastel de calabaza. Pero en cada paso, debemos controlar el estado del fuego, el sabor, el nivel de cocción, etc. y modificarlo o mantenerlo para que el resultado final sea el óptimo. Lo podremos hacer mil veces, que aunque las mil veces esté bueno, nunca serán todas idénticas aun siguiendo los mismos pasos”
Vicent Gonzalez Álvarez
Entrenador de Sanus Vitae
Deja tu comentario