Entreno, entreno, entreno, mejor, me siento ligero, parece que voy volando, estoy fuerte, buenas sensaciones, nunca me había encontrado así, y de repente…pum! Mis piernas no me responden, soy más propenso a las lesiones, no duermo bien, me encuentro desmotivado. 

¿Que me ha pasado? ¡¡Si me encontraba mejor que nunca!!

¿Alguna vez te has visto en esta situación?¿Estabas mejor que nunca y de repente dejaste de rendir a buen nivel? ¿Aumentaron tus lesiones? ¿Tenías dificultades a la hora de dormir?

Si alguna de estas respuestas es afirmativa, seguramente hayas caído en el sobreentrenamiento.

No por mucho amanecer amanece más temprano, y tampoco por mucho entrenar, se va a tener un mayor rendimiento, ya que existe un factor limitante: la fatiga.

Un punto de los más conflictivos entre el entrenador y el deportista, es la planificación de los periodos de descanso y recuperación, ya que el deportista, cuando se siente con buenas sensaciones, tiene tendencia a querer llegar hasta el límite, y aquí, cuando el entrenador trata de pararle los pies, surge un conflicto en la cabeza del atleta: ¿Si me encuentro bien, por que tengo que recuperar, si puede continuar apretando y así mejorar más? Pero esto no es del todo cierto, porque como hemos comentado anteriormente, existe un factor que limita el rendimiento del cuerpo humano,la fatiga.

¿Cuando y por que aparece esta fatiga?

Exceso en el volumen de trabajo

– Una intensidad de entrenamientos mayor a la que podemos tolerar.

– Una mala alimentación.

Periodos de entrenamiento intensos y de larga duración, mayores a un mes.

¿Que síntomas causa en el organismo del deportista?

Insomio

– Mayor riesgo de lesiones

Disminución del rendimiento

Pesadez muscular

– Sensación de cansancio

– Falta de coordinación psicomotriz

Desmotivación

– Pérdida de peso

– Etc.

¿Que debo hacer para evitar que la fatiga se apodere de mi cuerpo?

Respetar los periodos de recuperación, tanto entre series y ejercicios como entre sesiones, no somos máquinas, y nuestro organismo necesita el descanso para crecer y mejorar. Planificar junto a nuestro entrenador los periodos de descanso adecuados, dependiendo de la orientación de la sesión que hayamos realizado y del objetivo que nos marquemos, no todas las personas son iguales, y no van a responder de la misma manera a cada estímulo.

Cuando sintamos que alguno de los síntomas anteriormente nombrados está apareciendo, debemos parar, analizar nuestros entrenamientos y nuestros descansos, y ver si estamos fallando en algo, y de ser así, readaptar los entrenamientos, por eso la importancia del diálogo entrenador-deportista, para poder individualizar las cargas según las necesidades de cada deportista.

Y recordad, el entrenamiento, el descanso y una buena alimentación son la base de todo éxito deportivo.

PD: Este artículo va dedicado a todos mis deportistas, y en especial a mi Espartano 😉

 

Rubén Gadea Mira