El miedo a nadar en aguas abiertas es algo muy extendido entre los triatletas de todas las edades y condiciones. Escribo éste artículo con el fin de ayudaros a todos los que me habéis comentado vuestro miedo y también para transmitiros que es “normal”. Normal significa que le pasa a mucha gente, que no sois los únicos y que como todo, podemos ponerle solución.
Para empezar quitaremos de nuestro vocabulario la palabra miedo, y le llamaremos desconfianza. Nadar en aguas abiertas produce cierta inquietud y preocupación: es la primera de las pruebas, dependemos muchísimo de las condiciones atmosféricas, va a haber muchísima más gente… hay muchos motivos entorno a esa preocupación que me manifestáis. Vamos a desglosarlo y explorar de donde viene vuestra inquietud para poder enfrentarla y superarla.
En primer lugar, deciros que no solo se puede nadar sin ansiedad o nervios si no que se puede hacer con calma e incluso placer. Y ¿cómo lo conseguimos? ENTRENANDO. Con la práctica podemos conseguir entrenar todas aquellas circunstancias que SÍ están en nuestra mano, todo aquello que es controlable tenerlo atado, para así el día de la prueba exponernos al mínimo posible de contratiempos. No vale esperar al día de la prueba para confiar en que todo saldrá bien y el miedo no me traicionará.
Si entreno en aguas abiertas sé:
- Cómo me siento con mi traje de neopreno y como éste cambia mis habilidades (velocidad, agilidad, temperatura…). Por eso, aprovecha cualquier ocasión que tengas para nadar con tu traje de neopreno, te ayudará a acostumbrarte a él y las sensaciones que te produce.
- Cuál es mi nivel de tolerancia al frío: uno de los hándicaps de muchos es la temperatura del agua, por eso entrenar en aguas abiertas nos ayuda a encontrar nuestro propio límite de temperatura. Hacer varias pruebas, aprender a relajar esa tensión inicial del cuerpo cuando lo someto al shock del agua fría. Buscar complementos que me ayuden a “soportar” las bajas temperaturas (calcetines de neopreno, guantes, usar dos gorros…)
- Cómo nado con oleaje
- Confianza. Ingrediente primordial para estar seguro el día de la prueba, tener confianza en ti mismo. Estar preparado, haber entrenado y tener bajo control todo aquello que te genera preocupación en el mar será necesario para mantener un buen nivel de confianza. El dialogo interno también hará que tengas mayor seguridad, comprueba cuál es el tono en el que te dices las cosas y modifícalo si es necesario (siempre antes del día de competición).
- Mantener la calma. Visualizarte en el día de la prueba y pensar en todo aquello que te genera preocupación te ayudará a controlar tu respiración en momentos de estrés. Visualiza aquello que te inquieta con el mayor realismo posible y trabaja con tu respiración para bajar el umbral de ansiedad si fuera necesario.
- Entrena con más gente para acostumbrarte al contacto con otros a la hora de nadar.
- Calienta antes de entrar en el agua. El calentamiento es clave para preparar al cuerpo antes de cualquier actividad física, prepara tu rutina de calentamiento y tómatela en serio. Hazla cada vez.
- Para no desviarte demasiado de tu trayectoria en competición, entrena previamente:
- Practica respirar hacia ambos lados intercalando mirar al frente de vez en cuando para buscar las boyas.
- No es necesario sacar la cabeza entera para mirar hacia adelante (en busca de las boyas), sácala solo hasta la altura de los ojos.
- Intenta sacar la cabeza para mirar hacia adelante siempre cuando estés en la parte superior de la ola.
- No respires cuando mires al frente, mira y respira en un lado.
- Coordina el movimiento de la cabeza hacia el frente con el de la brazada, que será hacia abajo, para que te impulse levemente hacia arriba.
- Búscate puntos geográficos grandes fuera del agua como referencias estáticas
- Entrena ésta rutina muchas veces hasta automatizarla y hacerla sin desconcentrarte en competición.
- Sé racional en cuanto al peligro que supone nadar en el mar en relación con los animales que puedan haber. Recuerda que en Europa, en pocas ocasiones se han dado casos de accidentes por la presencia de un animal. Lo más seguro es que cualquier ser vivo se aleje del caos de gente y embarcaciones que supone un triatlón. Infórmate de que especies o peligros reales habrá en las aguas que nades, si eso te deja más tranquilo.
Deja tu comentario